Un alto porcentaje de familias incluye la formación religiosa en el proceso educativo de sus hijos. Cada familia tiene sus valores y ya sean unos u otros, tienen derecho a educar a sus hijos según lo que considera mejor. Por otra parte, una de las preguntas recurrentes de los niños en la etapa de los porqués es sobre la idea de Dios, la muerte, el cielo, qué es la eternidad... Si lo padres quieren dar una formación en este aspecto a sus hijos, puede ser el inicio de una formación adecuada.
El ejemplo paterno
Responder a estas preguntas es tarea principalmente de los padres. Según muchos expertos, todos los seres humanos tienen un interés natural por lo espiritual y lo religioso, y los niños no dejan de manifestar su curiosidad por estos temas. Si los padres eluden responder a sus preguntas, buscarán las respuestas por otros medios o en otras personas y tal vez los argumentos que reciban no sean los a los padres les gustaría. Corren el riesgo además de perder su autoridad en este tema. Lo mejor es responder con naturalidad, intentando adecuar nuestros argumentos a su edad.
El ejemplo es muy importante. Los padres debemos ser siempre conscientes de que no servirá de mucho transmitir unas ideas y valores si éstos no se ven realizados en casa, en la vida cotidiana de la familia. Si deseamos que nuestros hijos conozcan y vivan esos valores y actitudes que emanan de nuestra religión, es necesario ser coherentes. Debemos ser los primeros en conocerlos y debemos saber explicárselos. Si pensamos que no somos capaces de adecuarnos a su lenguaje de niños, siempre podemos recurrir a algunos apoyos. Podemos encontrar material en muy diversos formatos: DVDs, libros, cómics, cuentos, películas, Internet. También pueden apoyarse en colegios e instituciones en las que confíen para afianzar esta formación.
Importancia educativa
Los valores, ideas y actitudes que los padres consideran importantes ayudarán a sus hijos en su desarrollo psicológico y personal, reforzará su identidad y les dará argumentos para entender la vida y a las personas. También son necesarios para desenvolverse en las distintas circunstancias con las que se encontrarán. Aunque nunca es tarde para aprenderlos, nada impide que desde pequeños tengan acceso a esos valores que tanto les pueden ayudar.