Cuando vuestro bebé alcance, aproximadamente, los 18 meses de vida, es el momento en que deberéis comenzar a estimularlo no sólo físicamente, ya que habrá comenzado a moverse con cierta autonomía, sin también, cognitivamente, ya que durante esta etapa es cuando su cerebro es más receptivo a todo tipo de estímulos y aprendizajes.
Es el periodo donde comienza a desarrollar su personalidad, y a pesar de que puede que tenga unos juegos preferidos, es importante que le propongáis nuevas actividades a realizar, con lo que conseguiréis estimular no sólo su creatividad y capacidad de fantasía, sino también, su desarrollo cognitivo.
Por esta razón, os queremos proponer una serie de actividades, que sin ser las únicas que podéis ofrecerle, sí que os servirán a modo orientativo.
Juegos con puzzles
A esta edad, los puzzles de 3 piezas no le representarán un gran desafío, por lo que deberéis animarle a jugar con uno de 6 piezas, aunque eso sí, debéis tener siempre en cuenta que se trata únicamente de un juego, por lo tanto, es fundamental que el niño no se sienta frustrado, por no ser capaz de resolverlo. Ofrecerle la ayuda que necesite, pero sin llegar a resolverlo vosotros.
Juegos para aprender los colores
Podéis proponerle actividades donde deba identificar los colores de las cosas que le rodean, como por ejemplo, preguntarle de qué color son los pantalones que lleva puestos papá, o bien, de qué color es su camiseta. También podéis pedirle que os señale todos los objetos que hay en la habitación y que vea que son de un mismo color.
En este caso, podríais aplicar este mismo tipo de juego, pero utilizando las formas de las cosas, en lugar de los colores.
Juegos con cuentos
Podéis leerle cuentos sencillos y animarlo a que imite los sonidos de los animales, o bien, a que intente repetir frases cortas o palabras que hayan dicho los personajes, de este modo, estaréis potenciando no sólo su desarrollo del lenguaje, sino también, su capacidad memorística y su creatividad.
Recordad que la clave para que un cuento pueda, realmente, ayudarle a aprender palabras nuevas, radica en repetirlo y repetirlo, enfatizando, en la medida que os sea posible, la narración del cuento. Si vuestro bebé tiene un cuento favorito, no dudéis en leérselo cada vez que os lo pida.