La mayoría de pediatras recomiendan, al menos, esterilizar el biberón y el chupete de tu bebé después de cada uso hasta el tercer mes de vida, para así poder garantizar su correcta higiene.
Esto es necesario debido a que las defensas inmunitarias de tu pequeño todavía no están totalmente desarrolladas, y por lo tanto, un mal lavado puede derivar en infecciones intestinales u otras afecciones.
No obstante, debes saber que no es necesario andar esterilizando ambos objetos durante un periodo prolongado de tiempo, ya que es fundamental que tu bebé entre en contacto con estas bacterias para poder desarrollar sus propias defensas.
¿Cuándo se puede dejar de esterilizar el biberón y el chupete?
A partir de los 4 meses, como tu bebé comienza a llevarse todo a la boca (ya sean llaves, móviles, juguetes o cualquier cosa que quede al alcance de su mano), resultará totalmente innecesario, a excepción de una vez cada 15 días, para así evitar que los residuos de la leche puedan generar gérmenes. Por lo tanto, con lavar bien con agua caliente y jabón el resto de los días, será más que suficiente.
A partir de los 6 meses, podrás comenzar a lavar sus cubiertos de comer en el lavavajillas, aunque sólo si escoges un programa caliente con una temperatura de más de 80ºC. No obstante, es aconsejable que continúes esterilizando tanto la tetina como el biberón cada cierto tiempo, para así eliminar las posibles bacterias que puedan surgir.
¿Cómo se pueden esterilizar el biberón y el chupete?
Antes de comenzar con la esterilización, deberás limpiar adecuadamente todo, empezando por tus manos, lavándotelas bien con agua templada y jabón.
Después, continuaréis por el biberón y las tetinas, que deben lavarse con agua y jabón inmediatamente después de cada uso, y así evitar que los residuos de la leche se sequen y resulten más complicados de limpiar.
En este caso, podrás utilizar un cepillo para alcanzar todas las esquinas, sin descuidar la zona de la rosca y el cuello del biberón.
Una vez limpios, enjuágalos bien. Es mejor que dispongas de un escurridor propio para los biberones y las tetinas, pero si no es el caso, asegúrate de que está limpio y no contiene hongos a causa de la humedad.
Al guardar los biberones es mejor que los coloques en un recipiente tapado, para así evitar que se manchen de polvo y grasa de la cocina. Para ello, puedes emplear un recipiente de plástico con tapa, o bien, colocando un paño encima.
Veamos a continuación 2 formas distintas de esterilizar un biberón o un chupete:
Mediante calor utilizando el método de ebullición y vapor
Deberás hervir los objetos en agua durante unos 15 ó 20 minutos, o bien, empleando esterilizadores eléctricos, en los cuales, se pueden esterilizar varios objetos a la vez en un intervalo de 5 ó 6 minutos.
Mediante frío utilizando sustancias antibacterianas disueltas
Deberás disolver sustancias químicas antibacterianas en agua, y posteriormente, dejarás ahí el biberón o el chupete a remojo durante el tiempo que indique el fabricante en el prospecto.