Salir de excursión con nuestro bebé será siempre una actividad divertida y estimulante, sobre todo con la llegada del buen tiempo en primavera, sin embargo, el éxito de la experiencia dependerá, en mayor medida, de cómo preparéis el viaje, y sobre todo, de cómo seáis capaces de adaptaros a las características físicas de vuestro pequeño.
Protección física del bebé
Lo primero que deberéis tener en cuenta, es que su cabeza todavía está formándose, y además, es grande con respecto al tamaño general del cuerpo. Por esta razón, tendréis que adoptar una serie de precauciones a la hora de emplear el sistema de transporte adecuado del bebé.
Su cuello, sobre todo durante las primeras semanas de vida, no es capaz de sostener la cabeza por sí misma, por tanto, tendréis que estar atentos con las mochilas canguros o los portabebés, tanto frontales como traseros, así como otros accesorios de sujeción del bebé para transportarlo, donde todos deberán garantizar la seguridad física del pequeño ante el movimiento continuado y el clima.
En cualquier caso, como en toda excursión, os aseguraréis de llevar agua de sobra, comida, alguna prenda tipo chubasquero para combatir cualquier posible eventualidad ambiental, así como un botiquín de primeros auxilios, ya que es habitual que al curiosear, el pequeño pueda pincharse o cortarse, y al disponer de material de cura todo quedará en una anécdota sin importancia.
Protección del bebé contra el clima
Además, como su piel es más fina de lo normal, será necesario protegérsela no sólo del frío o de las lluvias con gorros, sino también del sol y sus posibles quemaduras, empleando cremas y lociones de protección solar.
Respecto a la protección contra el frío, debéis saber que vuestro bebé no regula adecuadamente su temperatura interna, por lo tanto, deberéis protegerle no sólo el cuerpo con abrigos y prendas aislantes, sino también, las manos y los pies, empleando manoplas y patucos.
Alimentación del bebé durante el viaje
En el caso de que el pequeño se encuentre todavía en la etapa de lactancia, el problema de la alimentación se solucionará con la presencia de la madre.
Si ya toma biberón, podréis optar por llevar la leche en un termo o en un biberón autocalentable, el cual, no requiere de electricidad, y os proporcionará la libertad que necesitáis.
Como habéis podido observar, la preparación de este tipo de excursiones no difiere en exceso del equipamiento que llevaríais si fuerais solos, aunque en este caso, lo único que habéis hecho es adaptar el material y las precauciones empleadas a vuestro acompañante.
Lo importante, como siempre, es disfrutar, descubrir el mundo y pasar un buen rato en familia. Con un poco de planificación conseguiréis tener un día para recordar en el futuro.