No hay que esperar a que los niños hablen o entiendan lo que les estamos diciendo para leerles cuentos o para que toquen y disfruten de sus primeros libros. Los primeros años de vida de nuestros hijos son perfectos para empezar a experimentar con los libros y la lectura y así potenciar su crecimiento como buenos lectores.
Los expertos creen que los cuentos sencillos y cortos son beneficiosos para los niños desde los primeros meses. Los niños pueden ver las coloristas ilustraciones, tocarlas y también aprender las primeras palabras. En la actualidad existen muchos tipos de libros para bebés originales y sugerentes: libros de cartón, de tela, con música, resistentes al agua incluso libros que se pueden morder o chupar. Libros que cuentan con muchas posibilidades como ruidos de animales, sonidos diferentes, ventanas, desplegables e incluso olores diversos.
Si incentivamos el hábito de la lectura desde edades tempranas influirá no solo en la capacidad lectora del niño sino en su desarrollo.
Aprender a leer paso a paso
Hasta los dos años el niño tomará de contacto con el texto impreso, comenzando por diferenciar dibujos y objetos de las grafías o letras. Los niños comenzarán a reconocer las palabras gracias a los dibujos o imágenes. En esta etapa la lectura está conectada a los sentidos y las emociones.
Gracias a la gran creatividad de los libros para los más pequeños, los niños sentirán el libro como un objeto lúdico con el que se divertirán, sentirán nuevas emociones y disfrutarán. Los niños comenzarán a interesarse por los libros si desde pequeños los ven como objetos divertidos con los que pueden aprender cosas interesantes.
A partir de los 2 años ya el niño podrá enriquecer su vocabulario gracias a los primeros libros. Son los años de preparación para que el niño comience a leer. A los tres años el niño ya comenzará poco a poco a aprender las letras y sus trazos. Los primeros libros pueden ayudarles a conectar letras con palabras e imágenes. La lectura ya comienza ser un acto individual en el que el niño disfruta de los libros y se empieza a aficionar a los mismos.
Uno de los consejos para intentar que los niños se interesen por los libros y la lectura desde sus primeros meses, es que vean a los padres leyendo en casa. Los padres somos el ejemplo de sus primeros hábitos y seguro que si nos ven leer nos imitarán y se interesarán por la lectura y los libros cada día más.