La llegada de un bebé no sólo generará multitud de cambios en vuestras vidas, sino que también implicará acondicionar una habitación para él, e incluso, adoptar determinadas precauciones para el resto del hogar, y así evitar posibles accidentes domésticos que pudieran conllevar graves consecuencias.
Cuando vuestro bebé alcance los 7 u 8 meses de vida, descubrirá que puede desplazarse por sí mismo gateando, lo que hará que los riesgos se multipliquen y deban tomarse una serie de medidas preventivas fundamentales para su seguridad.
Eliminar los bordes rectos y las puntas
Los muebles con bordes rectos, puntas y salientes, concretamente, aquellos que tengan poca altura, serán un verdadero peligro para él, ya que al estar iniciándose en el desplazamiento, no controlará bien su cuerpo e implicará que se golpee más de una vez con su entorno.
Por esta razón, es fundamental que cubráis todas las aristas y vértices con los “esquineros de protección”, los cuales, podéis adquirir en una tienda especializada, o bien, fabricarlos vosotros mismos con gomaespuma (espuma de poliuretano).
Limitar el espacio del niño
En una casa normal existen multitud de habitaciones que implican demasiados riesgos para la integridad del bebé, por lo tanto, es recomendable restringir su acceso por completo, como por ejemplo, el cuarto de baño.
La cocina o los lugares donde haya escaleras o balcones también serán lugares a los que deberéis bloquear su acceso. En este caso, lo ideal será que vuestro bebé disponga de una zona segura donde pueda moverse a gusto y con vuestra tranquilidad.
Preparar la habitación del bebé
Además de la cuna, el cambiador y un armario para su ropa y sus juguetes, tendréis que procurar que las ventanas sean dobles y dispongan de persianas o cortinas opacas, ya que durante los primeros meses, vuestro bebé pasará la mayor parte del día durmiendo.
En lo que respecta al suelo de la habitación, será conveniente no poner alfombras ni moquetas, ya que acumulan polvo y ácaros con suma facilidad, lo que posteriormente, podría provocarle alergias u otras afecciones similares.
En este caso, lo más aconsejable será utilizar un suelo antideslizante, con el que evitéis caídas y resbalones. Si son impermeables y fáciles de limpiar, pues todavía mejor. Así pues, estaremos hablando de suelos de pavimentos vinílicos o con superficie de linóleo o corcho.