En cuanto nace un bebé la familia y los amigos suelen querer conocer al recién nacido y felicitar a los nuevos padres lo antes posible. Pero a veces estas visitas pueden resultar molestas o incómodas para los padres ya sean en el hospital o en su casa.
Tenemos que preguntar primero a los padres si les viene bien nuestra visita a una hora determinada porque muchas veces los padres están cansados y agobiados y nuestra visita puede llegar en el momento menos oportuno. En el hospital no es buena idea acudir más tarde de las siete de la tarde ni tampoco muy temprano.
Hay que valorar además el grado de cercanía que tenemos con los padres y no acudir al hospital si no es un familiar o alguien muy cercano. Por ejemplo no es una buena idea visitar en el hospital a una compañera de trabajo con la que no tenemos mucha confianza.
El momento más adecuado para visitar a un recién nacido
Cuando vamos a ir a visitar a un recién nacido tenemos que seguir ciertas reglas si no queremos que los padres pasen un momento incómodo. Si no queremos que nuestra visita sea un desastre, lo primero que tenemos que hacer es avisar antes de ir. Si nos ponen alguna excusa o notamos alguna reticencia debemos no presentarnos en el hospital. Puede que sea la hora a la que tiene que dar la madre el pecho al bebé o que coincida con la ronda del médico o con otra visita.
Tenemos que buscar el momento adecuado y por ese motivo tenemos que haceros algunas recomendaciones:
1. No se debe acudir al hospital en las primeras 24 horas de vida del bebé. Tanto la madre como el bebé se encontrarán agotados. Lo mejor es mandar un mensaje o hacer una llamada de teléfono para felicitarles.
2. Lo ideal es ir pasadas las primeras 48 horas pero lo más importante es que sea lo más breve posible. Si en la habitación se acumulan un buen número de visitas será incómodo para los padres y para el bebé.
3. No debéis ir al hospital si alguno de vosotros está constipado, tiene gripe o alguna otra enfermedad. El bebé acaba de nacer y puede contagiarse con cualquier enfermedad.
Para que los niños recién nacidos estén tranquilos es también importante que no pase de una mano a otra. El bebé acaba de nacer y pasar de los brazos de una persona a otra, seguro que le pondrá nervioso y comenzará a llorar. Los padres son los que tienen que sugerir a las visitas que no lo cojan en brazos o que lo hagan poco tiempo para mantener la tranquilidad del bebé.
También podemos llevar un regalito si tiene otro hermanito para que no se sienta desplazado. Seguro que los padres lo agradecerán.
Cuando veamos que ya llevamos un rato en la habitación, lo mejor es que nos retiremos porque seguro que la madre tiene que darle el pecho o el biberón o que el niño necesitará dormir. Los padres seguro que te lo agradecerán y en un mes cuando estén más tranquilos, les encantará que les vuelvas a visitar.