La bronquiolitis es una enfermedad infecciosa propia de menores de 2 años (aunque puede darse en niños más mayores desembocando en catarros y similares) que afecta a todo el tracto respiratorio y, con más fuerza, a los bronquios (las vías de paso de aire más pequeñas del pulmón). El causante más común de la bronquiolitis es el VRS (Virus Respiratorio Sincitial), seguido del de la Parainfluenza.
Cada año, durante los meses de frío, un tercio de los lactantes tiene bronquiolitis. El contagio se produce por el contacto con la mucosidad o la saliva de una persona infectada, y suele extenderse comúnmente en la guardería, entorno familiar o centros sanitarios.
Síntomas:
- Aparecen entre 3 y 7 días después de haber contraído el virus.
- Primero aparecen tos leve, fiebre y mucosidad (como un resfriado).
- Tras este período aparecen la irritación y el estrechamiento de las vías respiratorias ya que el virus se ha extendido a los bronquios y bronquiolos, lo que provoca "pitidos" en el pecho del niño.
- Los niños afectados generalmente pierden el apetito, y entre los lactantes, tienen problemas para mamar o tomar el biberón al cansarse debido a las dificultades al respirar.
- Sueño muy ligero.
- Los pitidos son los primeros en desaparecer, pero la obstrucción de nariz y la tos pueden durar más.
Gravedad:
Muy pocos niños tienen que ingresar en el hospital a raíz de esta enfermedad. Normalmente es algo leve y muy común que puede curarse en el domicilio.
Hay señales más alarmantes que indican que debemoss acudir al pediatra:
- "Pitidos" y respiración cada vez más agitada.
- Pausas al respirar.
- Hundimiento en los espacios entre las costillas al respirar.
- Fatiga extrema o ni siquiera poder mantener al niño despierto.
- Vómitos cada vez que ingiere algo y rechazo a tomar líquidos. Puede que apenas moje los pañales y debemos de tener cuidado con la deshidratación.
- Palidez y labios amoratados.
- Fiebre por encima de 39º.
- Dolor de oídos.
- Exceso de tos y mucosidad.
Los menores de 3 meses y los niños nacidos prematuramente tienen más riesgo de contraer bronquiolitis grave.
Tratamiento:
La mayoría de los bebés y niños afectados no necesitan de ningún medicamento especial, aunque la recuperación es lenta y se necesita paciencia. Un humidificador en la habitación (en períodos de frío o climas secos) es muy recomendable. También se aconseja levantar un poco la parte superior del colchón de la cuna o poner una almohada para que no se le acumule tanta mucosidad en la nariz.
Si le cuesta mamar o tomar el biberón, tenemos que ofrecerle tomas más pequeñas. Y, si la fiebre supera los 38'5º, podemos darle paracetamol en gotas orales para aliviarle, ¡nunca aspirina! Puesto que la enfermedad la causa generalmente un virus, los antibióticos para tratarla son ineficaces. A veces aparece, junto a la bronquiolitis, una infección de oídos, en cuyo caso sí que debe tomar antibióticos. Tampoco debemos abusar de los descongestionantes nasales.
Para prevenir la bronquiolitis, podemos seguir una sencillas pautas:
- Tanto nosotros como cualquiera que vaya a tocar al niño debemos mantenernos las manos limpias.
- En épocas de epidemia, es mejor no llevar al niño a la guardería.
- No ir a los centros sanitarios con el niño si no es estrictamente necesario.
- Evitar el contacto con niños (incluso si son sus hermanos) que presenten síntomas.
- No exponer al niño al humo del tabaco.