Muchas mujeres se preguntan “¿Es recomendable hacer deporte estando embarazada?” Los expertos son unánimes: sí, siempre y cuando no se trate de un embarazo de riesgo y suprimamos los deportes con riesgos de golpes y caídas o los excesivamente extenuantes. El ejercicio tiene muchísimas ventajas, incluso durante la gestación:
- Satisfacción con nosotras mismas al realizar una actividad que nos gusta, lo que significa mayor seguridad emocional (muy necesaria en esta etapa de hormonas disparadas).
- Mayor resistencia física y refuerzo de la zona pélvica.
- Mejora de la circulación sanguínea.
- Mayor capacidad pulmonar.
- Regulación del ritmo intestinal.
- Combate muchos de los síntomas más molestos del embarazo, como el estrés, la fatiga, los dolores lumbares o el insomnio.
Debemos usar el sentido común y realizar ejercicios acordes a nuestra condición física. Si la mujer en cuestión es alguien acostumbrada a hacer deporte podrá exigirse más que otra que llevase una vida más sedentaria.
Hay ciertos deportes que es mejor evitar durante el embarazo debido a que implican un gran impacto contra el cuerpo o alto riesgo de caídas y lesiones, por ejemplo:
- Correr sobre asfalto o cinta.
- Aerobic (por los saltos).
- Aquellos en los que se utilice cierta violencia (como las artes marciales), los deportes extremos, (como el paracaidismo o el esquí) y los intensos (ejercicios cardiovasculares).
Otros deportes, por el contrario, se consideran beneficiosos durante la gestación, entre los cuales destacan la natación y el yoga. La natación tiene un gran poder relajante; se ejercita todo el cuerpo sin ningún riesgo de impacto y favorece la circulación. Es beneficioso tanto para la madre como para el feto. Pero debemos evitar las zambullidas y el submarinismo. Recordemos que la actividad física debe ser amena y que es importante detenernos ante cualquier síntoma de fatiga o dolor abdominal.
Calentar es esencial para evitar lesiones, especialmente en esta etapa. Ante todo no nos forcemos; durante el embarazo disminuyen la resistencia física y la coordinación, por lo que nos sentimos más torpes y pesadas. Tomémonos el hacer ejercicio como un pasatiempo y no como un reto o una obligación.