Los niños acceden a Internet con naturalidad. Están familiarizados con su lenguaje, son habilidosos y aprenden rápido a comunicarse. Si tenemos en cuenta algunas precauciones, podremos evitar peligros y amenazas. La primera es clara: no dejar a los niños solos ante la red.
Datos a tener en cuenta
La prestigiosa London School of Economics publicó en 2010 un estudio sobre niños y adolescentes de entre 9 y 16 años ante Internet. Se realizaron 23.000 entrevistas a niños y padres en 25 países. El estudio fue encargado por la Comisión Europea. Según este estudio, a los 7 años los niños usan Internet con soltura.
Pero son un grupo de riesgo, expuesto a contenidos poco apropiados: pornografía, el contacto con "amigos virtuales" malintencionados, o contenidos racistas, pro-anorexia o suicidas. Según este estudio, el 14% de los niños de entre 9 y 16 años vieron contenidos sexuales explícitos en la red. Los adolescentes de 15 y 16 multiplican por cuatro la exposición a estos contenidos. Solo uno de cada 6 entrevistados se sintió disgustado por el contenido. De ellos, solo el 18% lo comentó con alguno de sus padres.
Otros peligros
El uso desmedido y sin control de Internet puede provocar trastornos de incomunicación. Uno de los factores que alimenta este trastorno es instalar el ordenador en la habitación de los niños, sin control parental. Los expertos aconsejan ubicarlo en una zona de uso común. Otra forma de conectarse sin control es con los móviles. La dependencia de Internet puede mermar la convivencia familiar y con los amigos en la vida real, descuido de las tareas escolares y falta de sueño.
Además, la dependencia de Internet, incluyendo las redes sociales, puede indicar escasa comunicación en familia. Los padres deben reflexionar sobre esto. Según el informe uno de cada cuatro niños de 9 y 10 años tiene perfil en una red social, casi un 50% entre los de 11 y 12; y hasta un 81% entre los adolescentes de 15 y 16. El informe alerta del riesgo de las amistades peligrosas.
Aunque expone otro dato alentador y es que solo uno entre doce de los niños y adolescentes entrevistados han conocido en la vida real a alguien que quien contactaron en las redes sociales.
Aun así los padres deben estar muy atentos a la actividad de sus hijos en las redes y conocer los medios para evitar sus amenazas.
