La ansiedad infantil se da cuando los niños no tienen habilidades para responder y solucionar situaciones que les causan sufrimiento y a las que les resulta difícil adaptarse. Según algunos expertos en psicología infantil se trata de un conflicto y no de una psico-patología. Se da entre los 3 y los 6 años de edad. La respuesta de ansiedad se da en varios niveles: el de los pensamientos, reacciones fisiológicas y con reacciones motoras.
Manifestaciones de ansiedad infantil
Los padres se deben preocupar cuando perciben una respuesta ansiosa en su hijo o hija de forma reiterada y notoria. Una de las formas en las que podemos denotar esta alteración es que manifiesten miedos a estar solos, a la oscuridad, duerman mal o suelan tener pesadillas.
Los efectos que causa en los niños un estado de ansiedad es también la tensión motora, que les hará manifestar una inquietud con su cuerpo y continuos movimientos. También pueden darse dolores musculares y dolores de estómago sin justificación orgánica. Deberemos estar atentos igualmente a diversas manifestaciones de la llamada hiperactividad vegetativa: taquicardia, sudoración, náuseas. También pueden manifestar dolores de cabeza.
Otras de las reacciones infantiles de los niños ante la ansiedad es la hipervigilancia, un estado de alerta hacia lo que ocurre a su alrededor, temiendo que algo malo suceda. Esto puede dificultar la concentración y alterar el sueño, además de provocar irritabilidad. Entre los problemas conductuales que puede generar están la inhibición o la agresividad y la rebeldía.
La ayuda del psicólogo infantil
Las causas de que los peques manifiesten ansiedad pueden ser hereditarias, o también debido a su carácter, ya que es más frecuente en niños tímidos. También influyen los factores ambientales, cuando los niños crecen en ambientes familiares conflictivos, de bajo nivel cultural o con problemas económicos. También cuando los padres practican un estilo educativo de mucha exigencia hacia los hijos.
Para ayudar a nuestro hijo o hija a entender y superar esta situación debemos acudir a la ayuda profesional necesaria. Un psicólogo infantil elaborará un diagnóstico sobre las causas de su ansiedad y una terapia en la que deberán aplicarse tanto padres como educadores, con quienes será necesario compartir la experiencia y la información acerca de las reacciones del peque en el aula y con la comunidad educativa.