¡Por fin, vacaciones!... ese tiempo que significa un paraíso para los niños y que puede convertirse en un pequeño tormento para los padres. No hay por qué asustarse. Hay tiempo para todo y podemos organizarnos bien antes de que lleguen.

Si tenemos una casa de verano, nuestras preocupaciones disminuyen un poco, ya que no necesariamente deberemos buscar un destino para pasar al menos parte de nuestras vacaciones, o alquilar un apartamento. Esto tiene además la ventaja además de que podremos encontrarnos con otras familias veraneantes habituales en ese lugar y crear un buen ambiente para nuestros hijos.

Si somos de los que cada año eligen un sitio para unos días fuera, deberemos pensar en destinos cómodos para ir de vacaciones con niños. Hoy en día hay muchas opciones y no será difícil encontrar información. En cualquier caso podemos hacer partícipes a nuestros hijos de la elección preguntando qué les gustaría hacer en vacaciones, aunque tengamos nosotros la decisión final.

Un poco de previsión

Además de hacer previsión de gastos, semanas antes de que comiencen debemos tener en cuenta qué vamos a necesitar para pasar nuestras vacaciones: ropa, juguetes, utensilios de todo tipo, medicinas en su caso...Echemos un vistazo a los armarios y veamos qué podemos aprovechar del verano pasado. También podemos buscar información sobre qué actividades de verano para niños se organizan en la localidad a la que vamos o en lugares cercanos, seguro que hay oportunidades para que nuestros hijos puedan hacer algo diferente y aprendan cosas nuevas en vacaciones. Si no hemos podido encontrar esa información, cuando lleguemos a nuestro destino podremos informarnos por la prensa local.

Aprovechar el tiempo

Estar de vacaciones, sobre todo cuando las vacaciones infantiles son tan largas, no significa no hacer nada. Corremos el riesgo de que los esfuerzos para mantener su actividad y una pequeña disciplina se esfumen. Los campamentos de verano son una buena solución. Hay mucha variedad y podemos encontrar información en las páginas web de los ayuntamientos, las comunidades autónomas, en las asociaciones juveniles y en los clubs deportivos. Muchas de ellas son gratuitas. Tal vez para otros será necesario estudiar en verano las asignaturas suspensas. Animemos a nuestros hijos a que ocupen parte del día al estudio. Y procuremos que las vacaciones sean algo bueno que recordar para toda la familia durante el año.