Colaborar con pequeños deberes en casa es una de las maneras de transmitir valores educativos como la solidaridad, del trabajo en equipo, la responsabilidad... valores y actitudes que sin duda todos los padres quisieran inculcar en sus hijos...

Tareas para cada edad

La casa es cosa de todos y todos deben colaborar, cada uno con tareas domésticas adecuadas a su edad. Debemos buscar una tarea para cada edad, los niños de cuatro años ya son capaces de llevar su plato y su vaso a la cocina, o poner las servilletas en la mesa, o poner la comida al perro...

Con menos de cuatro años querrá hacer muchas cosas que nos vea hacer: podemos dejarle siempre que no entrañen algún peligro para él, como los que puede haber en la cocina, o en el garaje. Podemos dejarle una escoba para que "barra" o una bayeta para que "limpie".

Hay niños y niñas entusiastas de una determinada actividad: barrer, fregar el suelo con la fregona, limpiar la bañera, aunque lo hagan a su manera. Bien, pero procuremos también que haga tareas que igual le gusten menos, es una forma de transmitir la idea de ayudar a los demás en lo que los demás necesitan, podemos pedirle: "¿puedes poner hoy tú el mantel?, ¿puedes recoger los platos?..."

No olvidar

Olvidemos el miedo a que hagan las cosas mal, o a que rompan un plato... Es un error, lo normal es que no lo hagan bien a la primera, pero si no lo hacen, nunca aprenderán. Lo mejor es que realicen esa pequeña tarea durante un tiempo y luego cambien de encargo doméstico: por ejemplo, una semana poniendo el mantel y las servilletas, otra semana barriendo la cocina, otra semana quitando los platos de la mesa, la siguiente dando de comer al perro...

Si queremos evitar distinciones que generen enfados entre hermanos, las tareas deben hacerlas todos los hermanos, cada uno tendrá una tareas adecuada a su edad. Y es obligatorio que las tareas sean hechas por los niños y por las niñas. Todo el mundo participa y todos saben hacer las mismas cosas. Tampoco debemos olvidar felicitar cuando han hecho las cosas, aunque no estén perfectas, lo que queremos conseguir es que el peque se implique, así que nos importa más el proceso y las actitudes que pone en marcha que el resultado.