Los niños también sufren depresiones infantiles, y en ese caso la tarea del especialista es fundamental. Los padres no deben dudar de acudir al psicólogo infantil para recibir un buen diagnóstico y una terapia. Se trata de un momento un poco complicado en el que los padres deberán seguir las pautas recibidas y esforzarse en el cariño. Las pautas del psicólogo nos serán realmente útiles y comprobaremos cómo son acertadas y adecuadas a la situación de nuestro hijo.
Descubriremos además facetas de nuestra vida, de nuestra convivencia familiar y de nuestro estilo educativo que desconocíamos y nos había pasado desapercibido por completo. Esto nos ayudará a corregir algunas pautas inadecuadas. Pero antes de acudir a un psicólogo infantil deberemos darnos cuenta de que nuestro hijo o hija pasa por un período de depresión. Debemos estar atentos.
Identificar una depresión infantil
Deberemos estar pendientes del estado de ánimo de nuestro hijo o hija, saber ver si está triste de forma habitual, o irritable, contesta de forma habitual de forma airada y se muestra reticente a obedecer. Si además muestra desinterés hacia las cosas agradables, divertidas, hacia los planes familiares especiales, será otro dato para empezar a preocuparnos.
Otras reacciones que nos deberán llamar la atención serán las alteraciones en el sueño, el apetito, y si su nivel de actividad se ha reducido de forma llamativa o si le cuesta concentrarse en sus tareas habituales. Otro dato importante a tener en cuenta es si sus respuestas emocionales ante hechos cotidianos es excesiva. Todos estos son detalles que deben hacernos considerar seriamente acudir al psicólogo.
Importancia del ambiente
Para muchos padres estarán claras las causas o la causa por la que intuyen que su hijo puede estar pasando por un periodo depresivo. Pero en cualquier caso es bueno repasar algunos puntos de nuestra vida para conocer si alguno puede estar afectándole: el fallecimiento de un ser querido, una mala relación en el colegio con los profesores o los compañeros, desavenencias y mal ambiente entre los padres, la enfermedad de alguien en la familia o del él, cambio de colegio...
La ayuda del psicólogo nos ayudará a identificar lo que puede estar afectándole más y a poner en práctica medidas positivas y eficaces.
