Si se tiene la oportunidad, una de las mejores experiencias que se les puede brindar a nuestros hijos es llevarlos a la playa, ya que en ella, descubrirán un mundo nuevo y podrán experimentar un sinfín de sensaciones y emociones.
Los niños estarán encantados de correr por la arena, mojarse, descalzarse y sentir la arena bajo sus pies, y el sol y el aire sobre su piel, mostrándose llenos de energía. Sin embargo, puede haber ratos en los que se aburran, sobre todo si no hay niños con los que puedan jugar, por ello, algo muy importante cuando se vaya a la playa es preparar una serie de juegos con los que jugar en familia.
Veamos a continuación algunos juegos que se pueden llevar a cabo en la playa cuando los niños no sepan que hacer.
• Caja sensorial con arena
Esta actividad consistirá en coger una caja y llenarla con un poco de arena de la playa, y en ella, introducir pequeños objetos de todo tipo de clases, pudiendo ser objetos traídos de casa u objetos que se recojan en la playa. Lo importante de este juego es que se introduzcan objetos de todo tipo de formas, texturas, durezas, etc… Después, los niños deberán adivinar mediante su sentido del tacto de qué objeto se trata.
• Caja sensorial marina
Es una variante de la actividad anterior, con la diferencia de que en esta caja introduciremos agua en vez de arena, y en el agua, meteremos pequeños objetos plástico, piedrecitas, algas, conchas, etc…, y el niño, al igual que antes, tendrá que adivinarlos palpándolos.
• Arqueólogo marítimo
En las playas se pueden encontrar un montón de objetos preciosos, que sin duda llamarán la atención de los más pequeños. Esta actividad, bastará con que imaginemos junto al niño que somos arqueólogos y deberemos buscar objetos preciosos y con mucha antigüedad. De este modo, según vayamos paseando, encontraremos piedras, conchas, caracolas, etc…, con las que podremos inventar historias que harán que el niño se interese por este juego.
Una vez se hayan recogido suficientes objetos, se guardarán y se podrán clasificar en casa, obteniendo así un precioso recuerdo y una colección única para el pequeño.
Además de todas estas actividades, también se pueden llevar a cabo otras como pueden ser jugar en el agua, hacer castillos de arena, contarles historias, leerles cuentos, etc… pero siempre supervisando todos y cada uno de sus movimientos.