Los espacios verdes son muy beneficiosos, entre otras cosas porque mejoran la calidad del aire y también ofrecen la posibilidad de pasar un gran rato en familia. Pero a quién realmente benefician los espacios verdes son a los niños pequeños y su desarrollo.
Los más pequeños que pasan tiempo cerca de zonas verdes se sienten menos afectados por la polución del aire y además estas zonas ofrecen grandes posibilidades para evitar el sedentarismo.
Según diversos estudios los niños que viven cerca de zonas verdes tienen una infancia más feliz y una calidad de vida mucho mejor. Además de respirar mucho mejor, los espacios verdes incitan a los pequeños a jugar y moverse, cosa que evita el sedentarismo y en gran medida la obesidad infantil.
Además, los espacios verdes también permiten a los niños mejorar la memoria y reducir el nivel de estrés. En conclusión, las zonas verdes presentan grandes beneficios para los niños ya que les permite estar casi siempre en movimiento y realizando actividades. ¡Sin duda una gran ayuda para su desarrollo físico y mental!