La sociedad ha ido evolucionando y en el caso de las profesiones también sucede. Hace unas décadas los niños querían tener como profesión la de astronauta, médico o bombero, ahora quieren ser Youtubers.
Cada día son más los Youtubers infantiles que circulan por las redes, Elashow, Martina o Evan son algunos de los nombres de pequeños que hemos visto crecer a lo largo de sus vídeos que grababan con el consentimiento de sus padres e incluso con su participación.
Para triunfar en Youtube, una de las claves es la dedicación, ponerle mucho tiempo a algo para que al final brote. Además, se debe tener un talento natural ante la cámara para hacer algo carismático y que enganche a la gente. Pero, ¿es realmente una profesión como esta aconsejable para un niño?
La realidad es que triunfar en Youtube, implica una gran dedicación de tiempo e incluso momentos de estrés, y una pérdida paulatina de la privacidad del menor. También tiene sus puntos buenos, y es que además del aspecto monetario, los peques pueden aprender a desenvolverse ante una cámara y afrontar problemas como la timidez o la falta de autoestima.
Pero, ¿Y si un día llega nuestro hijo y nos dice que quiere ser Youtuber, cómo debemos afrontarlo?. La realidad es que tenemos que valorar todos los aspectos positivos y negativos de esta profesión, además de la dedicación que deberemos poner como padres y tutores de nuestros hijos.
Si vemos que esto ayudará a nuestro pequeño a superar algunos problemas y mejorar su autoestima, podemos probar, pero siempre teniendo en cuenta que lo primero debe ser la felicidad de nuestro hijo por encima de todo.