Seguir una dieta sana y saludable es muy importante para el crecimiento de los niños, aunque en ocasiones, esto no es nada fácil, y se convierte en una dura batalla diaria. Para intentar evitar futuros conflictos es muy importante educarles desde pequeños en los buenos hábitos, ya que una vez se hace mayores es más complicado.

Es cierto que hoy en día, debido al ritmo de vida que llevamos es muy difícil ser cuidadosos con los alimentos, pero lo que si podemos hacer es establecer sencillos pasos que llevemos a cabo de modo rutinario, para mejorar los ámbitos alimenticios de nuestros hijos:

• Establecer un horario regular para las comidas en familia, intentar evitar, en la medida de lo posible, las comidas individuales.

• Elaborar una dieta dónde haya variedad de alimentos saludables, no servir siempre las mismas verduras o los mismos pescados.

• Evitar las peleas por la comida, para que el hábito de comer no lo asocien a connotaciones negativas. No hay que recompensarles con el postre, ya que de esta manera, asocian el postre como lo bueno y el resto de la comida con lo malo.

• Involucrar a los niños en el proceso, los fines de semana, que solemos tener más tiempo libre, les podemos pedir que participen en el proceso de preparación de la comida, explicarles los beneficios de comer saludable, ¡quien sabe si en un futuro se convierte en un gran chef!

Estos son solo algunos consejos para intentar conseguir que los más pequeños de la casa se alimenten de la forma más saludable posible, y de paso, ¡así también nos obligarnos a nosotros a llevar una dieta equilibrada!