A partir de los cuatro años un niño o niña ya tienen destrezas para comer: ya pueden utilizar cubiertos y sentarse a la mesa de un restaurante o ante invitados. En cualquier caso, debemos recordar pequeñas pautas y trucos.
Comer en familia
Debemos tener en cuenta que la comida y la hora de comer en familia es una ocasión estupenda para hablar de cosas entretenidas, de lo que ha pasado en el día, comentar cosas del cole... Evitemos hablar de temas serios, de temas de "adultos", de controversias: tener una buena relación con la alimentación empieza por un ambiente agradable.
A la hora de comer lo que hay en el plato, sigamos la misma tónica: no hagamos de la comida una guerra, actuemos con mano izquierda. Si hay algún alimento que no le gusta, daremos primero ejemplo nosotros, comiéndolo con gestos de agrado y sirviéndolo de forma normal y habitual en la mesa. Podemos presentarlo con algo que le guste e ir alternando con recetas infantiles, como ya hemos expuesto en otro artículo.
Según los expertos, no son recomendables frases del tipo "si no comes esto no creces", o "si no comes las lentejas no te quiero", etc. Aseguran que el niño puede llegar a establecer una relación con la comida con un factor emocional importante que puede ser contraproducente. Es decir, la comida no debe ser un instrumento para premiar o castigar.
Pequeña urbanidad en la mesa
Comer no es solamente ingerir alimentos, sino un proceso que compartimos con los demás. Podemos enseñar a los peques que antes de comer hay que lavarse las manos y sentarse adecuadamente. Otra regla importante es que la comida se come con cubiertos, hay que aprender a manejarlos. Para los más pequeños tal vez sea difícil manejar "el instrumento" y deberemos ayudarles, el niño irá poco a poco acostumbrándose a usarlo bien. Le ayudará a sentirse más seguro el tener sus cubiertos, sus platos y vasos infantiles.
También qué función tiene la servilleta, que comenzaremos a comer cuando haya empezado mamá o papá, y que no nos levantaremos hasta que todos hayamos acabado. También iremos enseñándoles a comer con tranquilidad y a recoger la mesa cuando hayamos terminado, adaptando esta tarea a la edad. Todo habrá que hacerlo con mucha paciencia, pero los peques también querrán ir conociendo cosas nuevas y poco a poco irán haciéndolo mejor.