La lectura es uno de los mejores ejercicios para incrementar el desarrollo de nuestras capacidades intelectuales y el pensamiento crítico. Sabemos de sus beneficios y por ello nos encanta cuando vemos a nuestros pequeños disfrutar con un libro, aunque en muchas ocasiones nos gustaría verles más leyendo que viendo la televisión. Pues bien, vamos a ver algunos consejos para incrementar este buen hábito.
Que nos vean leer. Nosotros somos un espejo dónde los hijos se fijan, por ello deben vernos practicar con el ejemplo.
Leer en voz alta. A los niños aunque sepan leer, les gusta que lo hagamos. Además de ayudarle a concentrarse y relajarse. Debemos hacerlo con ganas y entusiasmo para contagiarle de nuestro ánimo. Nada de un tono monótono y aburrido, porque de esta manera, no lograremos que disfruten, ni ellos ni nosotros.
Dejarles intervenir, por ejemplo, pueden hacer alguna pregunta o comentario y nosotros reaccionaremos positivamente, bien contestando la pregunta o comentando su puntualización. Con esto, estamos consiguiendo enriquecer el diálogo y la comprensión de lectura. Si vemos que no se animan a intervenir, podemos incitarles a ello, mencionar algo de las ilustraciones es siempre un buen comienzo para el diálogo.
Buscar el lugar adecuado. Un sitio que tenga una buena luz, para no que no se hagan daño a la vista, pero también tiene que ser un lugar confortable, no donde hacen los deberes, porque si no lo asociarían a ello y no al ocio.
Respetar sus gustos. Nosotros podemos aconsejarles a leer un libro u otro, pero debemos darle cierta libertad para que elijan el que más le guste y así empiecen a crear su propio criterio de lectura.
No debemos presentar la lectura como una competidora de la televisión, de hecho no tenemos porque relacionarlas, son cosas diferentes, una manera más de ocio, lo que sí debemos hacer, es informarles de los beneficios que tiene sobre ellos leer.
Es importante ser constantes. Crear en ellos el hábito, por ello es recomendable que al principio lo hagamos con ellos.