Los esfuerzos para dar una alimentación rica y variada a nuestros peques pueden ser a veces una dura batalla. Pensamos que el jamón es perfecto para una buena cena pero no hay manera de que lo pruebe. Tendremos que introducir cambios para adaptar los menús infantiles a sus preferencias sin renunciar a nuestra intención de alimentarles bien. Un truco es cambiar la textura y la presentación de los alimentos.
Tortillas y purés
Puede que el jamón, serrano o de York, no sea precisamente lo que más le guste a nuestro peque. Sin embargo una tortilla con el jamón bien troceadito cambia totalmente la apariencia y además no hay que partir ni cortar. Podemos añadir aceitunas de adorno. También se pueden hacer con las verduras.
Los purés son otro gran "cajón de sastre" y otro de los grandes recursos para los padres. En ello podemos introducir alimentos sin que tengan su apariencia habitual, especialmente las verduras, pero también el pescado, por ejemplo. Además podemos acompañar el plato de puré con unas galletitas saladas, o unos torreznos que harán más "animado" el plato.
Carne, frutas y leche
En cuanto a la carne, podemos optar por la carne picada acompañada de puré de patatas, en vez de presentar un filete "aburrido y solitario" en el plato. Otra forma más divertida de comer carne es en forma de hamburguesa, con el siempre apetecible ketchup y las ricas patatas fritas, o de albóndigas.
Las frutas son un campo de batalla para muchos padres. Pero la presentación cuenta mucho. No es lo mismo ver una naranja entera en el plato lista para ser troceada, que ya cortada en rodajas y regada con un poco de leche condensada y unas virutas de chocolate. También podemos acompañarla de unas galletas. Con el resto de la fruta podemos hacer la misma operación, y también un batido con un adorno de nata que podemos servir en una taza infantil.
Hay niños que no pueden ni ver la leche, y eso que es básica para su alimentación. No hay que dar la batalla por perdida, existe una inmensa variedad de quesos que pueden sustituirla, probemos con una "cata" de quesos casera. También hay una variedad enorme de yogures. Para hacerlos más atractivos, podemos servirlos en un bowl acompañado de bizcocho y unas pocas gominolas o frutos secos.