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La importancia de una buena alimentación para niños y adolescentes
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En la etapa en la que nuestros hijos entran en la adolescencia se vuelven más independientes y ya no podemos controlar con tanta facilidad su alimentación. Muchas veces sustituyen comidas por “picoteos” o directamente se las saltan por distracción.
Además, se preocupan más de su imagen personal dado que entre los 11-16 años entran en una fase de grandes cambios hormonales, de talla, peso, etc., y tienden a descuidar su alimentación.
Las necesidades nutritivas de cada adolescente varían según sus características personales, por lo que no podemos crear una dieta generalizada para todos ellos, aunque sí que podemos definir unas pautas claves para una buena alimentación para niños y adolescentes:
- La alimentación es variada: cada alimento aporta nutrientes diferentes que nuestro cuerpo necesita. Podemos intentar cocinar con nuestros hijos y aprender nuevos platos o ingredientes.
- Las frutas y verduras son muy importantes para mantenerse sano.
- Lavarse las manos antes de tocar cualquier alimento y cepillarse los dientes después de cada comida.
- La hidratación es también un pilar básico ya que la mitad del peso es agua. Lo ideal es beber 5 vasos de agua al día, pero la ingesta de líquido deberá aumentarse si hace mucho calor o si se practica alguna actividad física.
- Si queremos hacer cambios en la alimentación, estos deberán ser graduales. Una alteración brusca de los hábitos puede afectar al desarrollo y la digestión.
- La mitad de las calorías que el cuerpo humano necesita (especialmente en fase de desarrollo) procede de los carbohidratos (cereales, legumbres, patatas…).
- El peso ha de estar acorde a la edad y la altura. No es bueno ni pesar muy poco ni pesar mucho.
- Las comidas han de ser regulares, 4 o 5 veces al día: dos comidas grandes (desayuno y almuerzo) y dos o tres pequeñas (media mañana, merienda y cena). El picoteo a deshoras es una de las principales causas de aumento de peso.
- El ejercicio físico mantiene a los niños sanos y activos. Una buena dieta no basta si nuestros hijos se habitúan a una vida sedentaria.
- No es ningún crimen que se den un capricho de vez en cuando en lo referente a chucherías, bollería o “comida basura” una o dos veces por semana.
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