Una de las luchas diarias de los padres cuando comienza el colegio es conseguir que los niños se vayan pronto a la cama. Lograr que los niños se vayan temprano a dormir para que puedan descansar para el día siguiente, se convierte en una tarea prioritaria para muchas familias.
El sueño es muy importante para la salud y el rendimiento escolar de los niños. La falta de sueño puede tener consecuencias para los niños como las siguientes:
1. Puede afectar a la salud de los niños e incluso fomentar los trastornos del sueño que son bastante comunes en niños y adolescentes.
2. Puede influir en el rendimiento escolar de los niños y también dar lugar a problemas de conducta.
3. Puede alterar la memoria, el lenguaje y los procesos de solución de problemas en los niños.
Como sabemos que en muchas ocasiones es muy complicado que los niños se vayan pronto a la cama, os contamos cinco prácticos consejos para ayudarles a conciliar el sueño.
1. Fijar la hora a la que se tienen que ir a la cama
Los niños necesitan dormir unas horas mínimas para rendir al día siguiente en el colegio. Pero tenemos que tener en cuenta que a medida que el niño va creciendo necesita cada vez dormir menos horas. Por ejemplo se calcula que un niño de cinco años necesitará dormir once horas, uno de nueve años diez horas y a partir de los catorce años unas nueve horas. Si creamos una rutina de sueño diferente para los días entre semana y otra para los fines de semana, los niños se acostumbrarán pronto. Seguro que en unos pocos días los niños dejarán de protestar cuando tengan que irse a la cama.
2. Nada de azúcar ni chocolate antes de dormir
Está comprobado que el azúcar y sobretodo el chocolate pueden excitar a los niños. Por ese motivo es muy importante que ni en la cena ni después de la misma, tomen ni bebidas ni comidas ricas en azúcar. Si lo evitamos lograremos que los niños duerman mucho mejor.
3. No castigar a los niños a irse a la cama
Si obligamos a los niños a irse a la cama lo asociarán siempre con que han hecho algo mal y pensarán que es un castigo. Si lo ven como una rutina diaria seguro que lo verán como algo normal y poco a poco se irán pronto a la cama todos los días.
4. El ejercicio físico puede ayudar
Para que los niños duerman bien es importante que durante el día hayan realizado alguna actividad física si es posible al aire libre, ya sea en el colegio o en algún parque. También pueden practicar algún deporte como natación, fútbol, baloncesto, ballet u otras actividades que les puedan ayuden a canalizar su energía.
5. Nada de videojuegos ni televisión
Antes de dormir es muy importante que el niño esté relajado y tranquilo. Si queremos que se duerma pronto, tenemos que evitar que antes de dormir se pongan nerviosos con la televisión y los videojuegos. Lo ideal es que tomen un baño relajante, cenen, descansen y lean un cuento si es posible con los padres para que se puedan dormir pronto. Si lo acompañamos de una luz suave o incluso una música relajante pronto los niños se dormirán sin problemas.