La educación en los niños es fundamental, por ello, cuando empiezan el colegio, focalizamos nuestros esfuerzos en conseguir que lo hagan lo mejor posible, para ello, les brindamos nuestro apoyo, ayudándolos con las tareas diarias, es bueno que lo hagamos, pero ¡son ellos los que deben hacerlo no nosotros!. Veamos algunos consejos para ser su mejor apoyo.
Transmitirles una actitud positiva. Crear una rutina de estudiar y hacer los deberes es fundamental, pero es muy importante que lo tomen como algo bueno, explicarles cuáles son los beneficios de ir al día en clase; consolidan los conocimientos nuevos que han aprendido, cada vez les será más fácil lidiar con los deberes, de no hacerlo, se quedarán más retrasados que sus compañeros, no aprovecharan lo que hayan aprendido...
El espacio que utilicen debe ser un sitio fijo, libre de distracciones para que puedan concentrase, por eso, no es bueno que tengan la tele puesta, lo hagan en el suelo...Debe ser un sitio bien iluminado, ordenado y despejado.
Debemos darles autonomía para que realicen ellos los ejercicios, podemos ayudarles, pero es importante que empiecen solos, aunque sea solo a leer el enunciado y después si lo necesitan les ayudamos. Hay que tener en cuenta, que los contenidos de los deberes, han sido explicados en clase, de tal manera, que ellos deben haberlos aprendido, si nosotros, cada vez que vienen se lo explicamos sin dejarle que antes lo intenten, pueden pensar cuando están en clase "porque voy ha hacer caso al maestro, si luego papa/mamá me lo va a explicar". Esto es un error, porque nosotros somos sólo un apoyo, por si necesitan ayuda, pero no necesariamente deben necesitarla. Nosotros supervisamos y resolvemos dudas, ese es nuestro papel.
Otro rasgo importante, son los descansos que tiene que tomar el niño. Su capacidad de concentración es limitada, no es bueno que toda la tarde esté delante de un libro, a no ser que él quiera, porque lo asociara a los castigos, si vemos que una tarea le está llevando mas tiempo, es bueno que haga pequeños descansos para reponer fuerzas y dejar descansar algo a la mente.
Por último, debemos tener en cuenta las tutorías con su profesor, muchos padres rehúsan de ellas porque piensan que sus hijos no necesitan apoyos, pero no pasa nada si vemos que al niño le cuesta hacer los deberes o detectamos que no entiende las explicaciones que se dan en las clases. Debemos ponernos en contacto con su tutor para que nos haga saber, si es por falta de atención o por problemas de aprendizaje, y una vez sepamos el porqué, poder actuar de la mejor manera para el niño.