Los niños necesitan jugar porque es básico para el desarrollo infantil, con los juguetes y los juegos conocen su entorno y empiezan a manejarse en él. Se relacionan con otros niños y con los adultos y desarrollan sus habilidades. Elegir juguetes para nuestros hijos no es una cuestión baladí.
Ideas para orientarse
Hay un juguete adecuado para cada niño, solo hay que buscarlo. No necesariamente lo encontraremos en los anuncios de la televisión, debemos tenerlo en cuenta y guiarnos por nuestros criterios.
Recordemos que no siempre los juguetes más caros son los mejores: los mejores son los que resulten adecuados a la personalidad y edad de nuestros hijos, que sean seguros y de calidad y que no transmitan valores que no queremos para nuestros hijos.
También debemos saber que no es bueno para los niños recibir regalos cada dos por tres. Debe haber razones para estrenar juguetes: su cumpleaños, la Navidad, o al comenzar el verano.
Para saber si son adecuados a su edad podemos encontrar información en las guías de juguetes que podemos encontrar en la red. También podemos guiarnos de las recomendaciones que encontremos en el envoltorio, o comprobar nosotros mismos su funcionamiento para saber si nuestro hijo o hija será capaz de manejarlo y disfrutará con él.
En general los juguetes no deben ser demasiado complicados y deben ser seguros, busquemos el símbolo correspondiente en el envoltorio que indica que el juguete cumple con los requisitos de seguridad de la legislación vigente.
Los niños piden y piden juguetes, pero no debemos regalar siempre todo lo que deseen. La razón es que no siempre pedirán lo que más les convenga, o se dejan llevar por reclamos publicitarios. Podemos llegar a pequeños acuerdos con ellos y mostrarles otros que puedan gustarles. No regalemos demasiados juguetes, esto genera una saturación, aburrimiento, desorden y poco interés en conservarlos.
Jugar en familia
Como decíamos al principio, el juego es fundamental para los niños porque a través de ellos se relacionan con su entorno y con los demás. Los padres deben saber que es muy importante para los peques que jueguen con ellos y que compartir con ellos fantasías, imaginación e historias es una ocasión muy formativa. El juego entre padres e hijos es imprescindible para alcanzar lazos afectivos que den seguridad y autoestima a los peques.