Desde el primer momento en el que el niño comienza a ir al colegio, y siguiendo toda la trayectoria escolar que éste debe seguir, este hecho no sólo influye en el niño, sino también en los padres del mismo, los cuales, se ven expuestos a vivir de nuevo las experiencias que allí vivieron en su etapa educativa, pero esta vez, desde una perspectiva totalmente diferente.
A este respecto, y dado que los profesores serán los adultos con los que el niño pase más tiempo, a parte de sus padres, es muy importante que tanto padres como profesores participen conjuntamente para una correcta educación del niño, de ahí la necesidad de mantener una buena relación con los profesores, evitando, en todo lo posible, las confrontaciones.
Para mantener una buena relación entre padres y profesores, se han de tener en cuenta una serie de factores:
• Enseñar a respetar al profesor
Cierto es que, hoy en día, la autoridad de los profesores resulta bastante reducida, si se compara con antiguos sistemas educativos, algo que ha ido a mejor en unos aspectos y no tan bien en otros, como por ejemplo, en la manera con la que nos dirigimos a los profesores.
Por esta razón, es importante que los padres se aseguren de enseñar a sus hijos desde muy pequeños que deben respetar al profesor, algo que no ocurrirá si los padres no lo hacen. Se le ha de enseñar al niño que el profesor es una figura de autoridad y que debe ser el modelo a seguir cuando los padres no estén, independientemente de las diferencias que puedan surgir con él. De este modo, se evitarán problemas de conducta en el aula en un futuro.
• Asistir a las reuniones
Es importante acudir a las reuniones que el profesor establezca, ya sean individuales o grupales, ya que de este modo, además de interesarnos por los avances propios de nuestro hijo, también lo haremos por los compañeros que le rodean y conoceremos mejor a los otros padres, pudiendo solventar dudas que puedan surgir de manera conjunta.
• Cada profesor será diferente
Tanto padres como hijos han de ser conscientes de que cada profesor será diferente, presentándose oportunidades en las que se tenga un mejor entendimiento con un profesor que con otros, pero en ambos casos se ha de fomentar el respeto mutuo.
Del mismo modo, los padres han de comprender que no todos los profesores serán igual de asequibles, y que, como es evidente, su hijo no es el único alumno que tienen, por lo que no podrán acaparar todo su tiempo.