La fase del miedo a los extraños en el niño es algo bastante habitual en los pequeños desde edades tempranas. No debemos preocuparnos en exceso si nuestro hijo presenta algunos síntomas de temor a lo desconocido pero en cambio, es bueno que sepamos controlar este detalle y que no dejemos que esto le supere por encima de sus posibilidades. ¿Te gustaría saber más sobre esto?

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo con el miedo a los extraños?

Como ya hemos dicho, esto es mucho más habitual de lo que se pueda llegar a imaginar. No obstante, existe una angustia relativa cuando vemos que nuestro hijo reacciona de manera temeraria o incluso que se pueda encontrar con algunos episodios de pánico. El miedo a lo desconocido es algo normal y hasta las personas adultas lo tienen en determinadas ocasiones pero, ¿cómo hay que actuar con un hijo que tiene este terror?

El contacto con el niño

Estar cerca de tu hijo y que él te pueda ver en todo momento es uno de los puntos principales a tener en cuenta. Si llaman a la puerta y aparece una persona que él no conoce, es bueno que vayas con el pequeño a abrir cogiéndole de la mano para que no se asuste. Poco a poco, el miedo que siente a esas personas de las que no sabe, desaparecerá.

Arrimarse a personas conocidas

Seguramente no puedas estar todo el día con tu hijo sobre todo, con la cantidad de obligaciones que tiene una madre, si se da este caso, lo ideal es que tu pequeño esté con una persona que conozca y con la que no se irrite. De esta forma irá ganando cada vez más confianza en sí mismo.

Mantener rituales de despedida

Agarrándonos a lo que hemos dicho en el apartado anterior, cuando tengas que ausentarte del lado de tu hijo lo ideal es que puedas hacerle ver que te marchas pero le dejas en buenas manos. Mantener un ritual de despedida es lo que más se estila en este sentido y nuevamente, es una alternativa que sirve para que el pequeño gane más confianza en el entorno.

Con estas tres iniciativas seguramente tu pequeño vaya cogiendo más relación con lo que está a su alrededor. No obstante, es bueno que esto no se nos vaya de las manos necesariamente puesto que, un exceso de confianza en los extraños puede hacer que éste se vaya con cualquiera en el momento en que crezca y ello nos lleva a tener problemas. ¡En el equilibrio está la mejor forma de vida!