Los modelos de comportamiento que conforman una buena educación, son fundamentales para que el niño pueda relacionarse e integrarse de manera adecuada con los diferentes miembros de la sociedad. Por ello, es muy importante comenzar con esta educación desde una edad temprana.
Los buenos modales no deben limitarse a la enseñanza de unas normas estrictas, sino que debe ser un proceso progresivo y diario apoyado en ejemplos, lo que deja en manos de los padres la enseñanza de los mismos. A este respecto, es necesario que éstos no se limiten sólo fuera del hogar para aparentar, sino que también deben estar presentes en la vida diaria del hogar.
Además, es importante que reforcemos positivamente al niño cuando se comporte de una manera adecuada y no nos limitemos sólo a castigarlo cuando no lo haga.
Veamos a continuación las pautas básicas de una buena educación:
• Saludar
Es algo fundamental en la sociedad para comenzar a interactuar de manera correcta con los demás. En un principio con un simple “hola” será suficiente, más adelante se le puede enseñar a decir “buenos días”, “buenas noches”, etc…
• Decir “por favor” y “gracias”
Hay que enseñarle desde pequeño a utilizarlas, repitiéndolas constantemente en los momentos adecuados para que las incorpore a su propio vocabulario. De este modo el niño comprenderá que para obtener lo que quiere y necesita debe decir “por favor”, y una vez que lo ha conseguido, debe agradecerlo con “gracias".
• No interrumpir bruscamente
Ya sea en casa, en la escuela o en cualquier lugar ajeno a su entorno más cercano, el niño debe aprender y comprender, que es fundamental que antes de interrumpir a alguien, debe llamar a la puerta antes de entrar o esperar a hablar mientras otra persona está hablando.
• Orden e higiene
Es necesario inculcarles que deben ser ordenados tanto con sus cosas como con las de los demás, así como que comprendan que los objetos ajenos no les pertenecen y deben respetarlos. Del mismo modo, antes de salir de casa, deben aprender que han de asearse y mantenerse limpios todo lo posible.
• En la mesa
La hora de la comida es uno de los momentos más importantes en familia, por lo que es un buen recurso para que los padres enseñen a sus hijos un modelo de comportamiento adecuado. Inculcando a los niños qué deben hacer antes y después de comer, además de cómo deben comportarse durante las comidas.