Muchos padres todavía no son conscientes de la importancia que tiene que los niños empiecen a aprender un nuevo idioma desde pequeños, dado que creen que este hecho puede resultar un impedimento o incluso un retraso en el desarrollo lingüístico de su hijo.
En contraposición a esto, muchos expertos y educadores, afirman que la mejor manera de aprender una segunda lengua es comenzando a una edad temprana, ya que de este modo, el niño la interiorizará de una manera más natural.
Esto es así, porque el cerebro de los niños es como “una esponja”, y dado que durante los cuatro primeros años de vida es cuando se generan más conexiones neuronales, formando y estructurando el cerebro, esta edad es perfecta para estimularlo lingüísticamente.
Además, se ha comprobado que a un niño le cuesta lo mismo aprender un idioma que dos, ya que cuando interioriza el lenguaje, toda la información que recibe se almacena en una misma zona del cerebro, algo que no ocurre en los adultos, los cuales, necesitarán de dos áreas neuronales distintas a la hora de aprender un nuevo idioma.
La forma para familiarizar al niño con un nuevo idioma, será la misma que la que se utilice para la lengua materna, es decir, escuchar, comprender, hablar, escribir y leer. En este proceso, habrá que recurrir a la repetición y a la constancia, siendo mejor emplear, al menos, 10 minutos cada día, que una hora a la semana, aunque no se le deberá obligar, ya que el aprendizaje de un nuevo idioma ha de ser algo divertido.
Para terminar, veamos algunos de los beneficios que tiene aprender un nuevo idioma:
• Mejora la comunicación
Un niño bilingüe tendrá la doble capacidad para leer y escribir en dos idiomas distintos, lo que implica que su conocimiento será mucho más amplio al tener un mejor acceso a la información global. Además, podrá comunicarse con otras personas extranjeras cuando viaje a diferentes nacionalidades.
• Acceso a otras culturas
Al vivir en un mundo globalizado, gran parte de la información y de la cultura de la que disponemos hoy en día se encuentra en varios idiomas, especialmente en inglés. Por lo que conocer nuevos idiomas, ayudarán al niño a disfrutar de esa cultura y a comprender y respetar a las personas que no hablan su mismo idioma.
• Mejora el conocimiento
Aprender un nuevo idioma fomentará el desarrollo intelectual del niño, consiguiendo que éste sea más creativo, flexible, y adquiera una mente mucho más abierta a todo lo que le rodea.
• Mejores oportunidades de trabajo
En un futuro, las personas que dominan varios idiomas, tienen más oportunidades de conseguir el trabajo que desean, optando a mejores puestos de trabajo y retribuciones salariales.