Son muchos los padres que sienten bastante respeto a la hora de que sus hijos fracasen. Sin embargo, la necesidad de que esto ocurra es tan buena como el triunfo o que le salgan las cosas bien. El fracaso de un niño que está creciendo debe tomarse como una faceta más de la vida y del aprendizaje que hay que tener en esta.
En este artículo queremos hablar de los detalles del fracaso, explicar la positividad de que suceda y además, de cómo podemos animar a nuestro pequeño en el caso de que las cosas le salgan mal o no se sienta útil en determinados momentos. ¿Te gustaría saber cómo ayudar a tu hijo en este aspecto?
¿Por qué es bueno que mis hijos fracasen?
La pregunta (y el texto en general) que tenemos aquí delante se puede valorar de dos maneras diferentes pero en parte, sirve para centrarnos en lo mismo. El fracaso de un niño puede venir desde muchos puntos distintos pero siempre por alguna razón. Los estudios son, para la mayoría, la actividad en la que más se estancan o tienen dificultades pero incluso aquí se pueden ver aspectos positivos.
De lógica, cuando nuestro hijo tiene un problema o no sabe hacer algo somos los padres los primeros que estamos ahí para poder ayudarles y sobre todo, para conseguir que las cosas le salgan como quieren. Este aspecto no es negativo ni tiene que privarse en ningún momento pero sí que es cierto que hay que ir con la intención de enseñar al pequeño y no de hacer el trabajo que tiene que hacer por él.
El aprendizaje es una herramienta que se labra en parte, a consta de errores y que nuestros hijos tengan fallos puede enséñales a que las cosas no son necesariamente fáciles o que hay que trabajar duro para conseguir lo que se quiere.
Dependiendo de las circunstancias o del estado de ánimo que tenga el niño, puede que se tome las cosas de mejor o peor manera pero aun así, debemos siempre intentar que aprenda de los errores y conocer cuáles son sus fallos. Por otro lado, es interesante que si sus “fracasos” son una continuidad pruebes a buscar ayuda profesional o intentes ver mucho más de cerca desde dónde viene el error.
No hay ninguna etapa en la vida como la del desarrollo cuando somos niños por tanto, es interesante que desde aquí trates en todo momento sacar la mayor positividad que pueda haber en el pequeño y sobre todo, que logre conocer el valor de las cosas.