Hoy en día, el sistema educativo de Finlandia es considerado como uno de los mejores y más prestigiosos del mundo, tal y como se puede observar en los resultados de los Informes PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), evaluación que realiza la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) cada tres años.
Sin embargo, ¿qué es lo que hace tan especial y único a este sistema educativo? Veamos a continuación los pilares fundamentales en los que se basa la educación finlandesa:
1. Educación gratuita
El sistema educativo dictamina que la educación ha de ser obligatoria y gratuita entre los 7 y 16 años e impartida en centros públicos. Del mismo modo, los libros y material escolar también son gratuitos, así como una comida al día y el trasporte público, si el niño vive a más de 5 km del colegio.
2. Docentes muy bien valorados
Los docentes son profesionales muy bien preparados y con una gran vocación. A parte de esto, son muy respetados en su puesto de trabajo y gozan de autoridad tanto en la escuela como en la sociedad.
3. Currículum común
Todos los centros se rigen por el mismo currículo, aunque los profesores de cada centro lo organizan y diseñan según creen más conveniente.
4. Reparto equitativo del dinero público
El dinero del estado es repartido de forma justa entre todos los centros educativos, de tal modo, que si un centro presenta más carencia que el resto, éste se llevará una suma un poco más elevada, fomentando la igualdad entre centros.
5. Educación personalizada
Los profesores apoyan a los alumnos que presentan necesidades educativas especiales para que sus dificultades no aumenten con el paso de los años, evitando así el fracaso escolar.
6. Las clases se preparan en horario laboral
Al impartir menos horas de clase, los profesores tienen tiempo de preparar sus clases, además de investigar y colaborar con otros docentes en el resto de las horas hasta cumplir la jornada laboral.
7. Alumnos con tiempo para todo
Se toma muy en serio el juego y el descanso en el desarrollo del niño, no comenzando la educación escolar hasta los 7 años. Sus jornadas lectivas constan de 3 ó 4 horas, apenas tienen deberes, y todo el trabajo se realiza en clase.
8. Curiosidad y participación premiadas
Ambas son muy apreciadas, valorándolas por encima de la memorización y las lecciones magistrales.
9. Sin competencia ni cifras
Se evitan las calificaciones y los exámenes hasta 5º curso (11 años) y los informes que elaboran los profesores para los padres son descriptivos, no numéricos.
10. Padres implicados
Dado que la educación se considera fundamental en la sociedad finlandesa, los padres reciben ayudas para compaginar la vida laboral y familiar, pasando más tiempo con sus hijos.