En el colegio de nuestros hijos puede que haya niños de diferentes nacionalidades y etnias o razas. La integración es una de las necesidades de la sociedad actual, en la que la inmigración y la movilidad geográfica originan la mezcla de gentes de diversos orígenes. Los profesionales de la comunidad educativa desarrollan sus pautas de integración escolar, pero los padres también deben abordar con sus hijos este asunto, para evitar la desconfianza.
Algunas ideas
Es una ocasión para fomentar en nuestros peques el respeto por las personas, pertenezcan o no a nuestra misma raza, color o religión. Los niños también son merecedores de ese respeto y la infancia y la convivencia escolar es el mejor momento para empezar a vivir esos valores y ponerlos en práctica.
Puede que en ocasiones nuestro hijo o hija vuelva del colegio con algunas dudas o miedos infantiles hacia algún compañero del colegio que habla otro idioma, que es originario de un país que desconoce y que tiene otro color y otras costumbres. Los padres deberán tranquilizarle y animarle a que le trate con normalidad, igual que al resto de los compañeros de clase: jugando, hablando, compartiendo juguetes...esto no excluye que de vez en cuando discutan, al igual que con el resto de compañeros. Para ayudar en la formación de estos valores podemos ayudarnos de películas y cuentos en los que los protagonistas sean niños de otras culturas.
Comunidad educativa
Si vemos que la convivencia y la comunicación son difíciles y nos cuenta sus reticencias, podemos preguntar a la profesora si es que al niño que ha llegado de otro país le cuesta la integración en un nuevo ambiente y comunicarse con el resto, entre ellos, con nuestro hijo o hija.
La comunidad educativa del colegio de nuestro hijo probablemente esté informada de las dificultades que niños de otros países, lenguas y razas estén teniendo en su integración escolar y también estén implementando los medios para minimizar los obstáculos y evitar posibles conflictos entre unos y otros.
Los padres podemos poner también de nuestra parte en este esfuerzo de integración. Acudamos a las reuniones convocadas por el colegio y hagamos las preguntas que nos parezcan oportunas y necesarias. Tal vez sea el momento en que nosotros mismos encontremos nuevas y buenas razones para comprender mejor determinadas situaciones familiares y sociales de nuestro propio entorno.