Muchas veces pensamos que lo fundamental para educar es dar cariño. Efectivamente, es fundamental para el desarrollo psíquico y emocional de los peques. Pero no debemos olvidar que ellos también pueden expresar sus sentimientos y uno de ellos es precisamente el cariño. También debemos saber recibir y valorar ese cariño, que tiene sus propias formas de expresión.
Etapas del cariño infantil
Entre los 2 y los 5 años de edad los niños pueden ser auténticas pegatinas de sus padres, especialmente de sus madres. Viven con mucha intensidad el apego y la dependencia tanto física como emocional y mostraran en cualquier momento su cariño con besos, abrazos, les costará despegarse de su madre y recurrirán a ella para todo... No tienen aún recursos verbales desarrollados y tampoco son capaces de entender qué significa la expresión "te quiero", pero su expresión corporal lo dice todo, su forma de dar y pedir cariño es a través del lenguaje no verbal.
A medida que van creciendo, se van haciendo más independientes y tienden a ocultar sus sentimientos, al menos cuando están delante de sus compañeros del colegio, de sus amigos o de otros familiares, pero también necesita amor y apoyo.
Poco a poco predomina la comunicación a través del lenguaje oral y menos a través del lenguaje corporal. No hay que asustarse, no es que no haya cariño, sino que lo muestran de otra forma. Ya han desarrollado su capacidad de expresarse con argumentos y utilizarán más esta vía: hablando con nosotros, preguntándonos sobre mil cosas, pidiendo nuestra opinión...
También están mostrando su cariño cuando nos cuentan sus secretos, sus aventuras en el cole y las cosas que les pasan con sus amigos. Aunque siempre hay excepciones y hay niños que les dicen a todas a horas a sus padres que les quieren: cuando se despiden en una conversación telefónica, antes de acostarse, antes de ir al colegio...
Acoger el cariño
Recibir este cariño es estar disponibles, escuchar lo que nos quieran contar, guardar sus secretos y confidencias y responder a sus frases cariñosas. No olvidemos que dar y recibir cariño tiene relación con la expresión de las emociones y que los niños adoptarán la forma de expresión que nosotros les transmitamos. Si nos choca que nuestro peque no manifieste su cariño, es probablemente porque no ha visto a sus padres ser cariñosos entre sí o con los demás.