Ante la llegada de un nuevo hermano, los niños hacen la clásica -y legítima y lógica- pregunta "¿de dónde vienen los niños?". Los padres deben saber que esta pregunta, formulada así o de otro modo, hará acto de presencia en un momento determinado y tal vez se vean en una situación algo comprometida, ya que tiene relación con el ámbito de la sexualidad. Como todas las respuestas, deberá estar adecuada a su mentalidad y a su edad.
Derecho a saber
Puede que nosotros hayamos recibido en su momento escasas y confusas respuestas sobre cómo vienen los niños al mundo, y hayamos escuchado los cuentos de la cigüeña u otros similares. Aunque los niños no tienen instrumentos para discernir, no es fácil que crean que los bebés los trae la cigüeña, o que nacen debajo de una col.
Además, pueden resultar ideas descorazonadoras, cuando lo más bonito que le podemos decir a nuestro hijo es que él ha venido al mundo gracias al amor de sus padres. La sensación de seguridad que este argumento da a los niños se contrapone con la idea de que los bebés nacen en las huertas o en París.
Argumentos para cada edad
Lo cierto es que el momento de la llegada de un nuevo hermano y los cambios que produce en la madre el embarazo no hacen sino aumentar la curiosidad y las preguntas de los niños y mejor será que vayamos dando buenas ideas. Además, gracias a su potente imaginación, los niños son capaces de interpretar cualquier muestra de cariño de sus padres, o del resto de personas, en términos de embarazo, bebé o nacimiento y esto puede generar ideas confusas, miedos infundados o también vergüenza.
Pero en cualquier caso los padres deben ser lo más sinceros que puedan y deban y mostrarse con naturalidad ante las preguntas ingenuas de sus hijos. Es mejor no crear confusión, ya que tarde o temprano conocerán las razones y habremos creado un estado de la cuestión en el que no se atrevan a preguntar con naturalidad, ya que creerán que sus padres no les responderán.
Luego pueden buscar las respuestas por otros medios menos legítimos y los padres habremos perdido la confianza que también para los temas relacionados con la sexualidad debemos generar en nuestros hijos.