Todos hemos conocido en alguna ocasión a parejas alegres, que transmiten a sus hijos y a su familia un buen ambiente y una convivencia agradable y con sentido del humor. Es una faceta que puede ser bastante difícil de llevar a la práctica. Los problemas de la vida cotidiana, las situaciones complicadas, el estrés... pueden ser la causa de que el sentido del humor se nos escape por las rendijas. En ocasiones sonreír será una de las cosas que más nos cuesten, aunque sea la más barata y gratificante.
Quitar hierro
Los padres marcan la pauta de lo que se vive en familia, y los hijos imitan esas actitudes que ven día tras día y año tras año. Puede haber varios estados de ánimo a lo largo del tiempo, pero muchos niños pueden decir que sus padres se ríen mucho o que tienen sentido del humor si de forma habitual quitan hierro a las situaciones y dan un toque divertido a la vida cotidiana, incluso haciendo el ganso. Aunque hay padres y madres bromistas y con un don especial para reírse y hacer reír, lo cierto es que no siempre sale espontáneamente. Deberemos echar mano de algunos pequeños trucos para llevar la risa y la sonrisa a nuestra vida cotidiana. La primera condición es querer.
Chistes e historias
Podemos encontrar pequeñas ediciones, libros y páginas en Internet llenas de chistes e historias graciosas. También los hay con trabalenguas y acertijos pensados exclusivamente para niños. Podemos echar manos de esas útiles ayudas en el momento de las cenas y las comidas, o mientras damos un paseo. Los niños lo agradecen mucho, les hace pensar y se ríen casi con cualquier cosa. Contar estas pequeñas historias y chistes desengrasan mucho la tensión del horario escolar o cualquier otra situación familiar.
Libros y películas
Nunca agradeceremos lo suficiente la ayuda que nos prestan en nuestra estrategia educativa los libros, los cuentos y las películas. Tenemos dónde elegir y es mejor hacerlo acertadamente. Después de tomarnos un tiempo para calibrar los contenidos, disfrutemos juntos de una buena comedia infantil, o de un libro que podemos comentar a medida que los niños lo van leyendo. Otro recurso para fomentar el sentido del humor son los cómics y algunas series televisivas. Seguramente nos servirán en primer lugar a los adultos para tener más sentido del humor.
