Por Mª José Roldán Prieto
Son muchas las personas que sumen que la pedagogía clásica o tradicional es la que mejor enseña a los niños a poder desarrollarse en la sociedad en la que estamos totalmente sumergidos, porque es la única que les enseña, ¿a obedecer? Nada más lejos de la realidad, los niños no necesitan obedecer y hacer todo los que se les manda para poder convertirse en adultos de éxito, más bien todo lo contrario.
Los niños necesitan trabajar intensamente en la educación emocional para poder desarrollar una Inteligencia Emocional equilibrada y sobre todo, necesitarán desarrollar un pensamiento crítico dónde ellos puedan aprender la capacidad de tomar decisiones por ellos mismos… y todo esto, es lo que intentan conseguir las pedagogías alternativas, entre otras muchas cosas. El coeficiente intelectual y las notas escolares no siempre es lo más importante.
En España empiezan a tener mucha voz este tipo de escuelas, y aunque todas son de carácter concertado o privado, ya se conocen más de 500 escuelas que se trabajan pedagogías alternativas en nuestro país. A continuación te voy a detallar algunas de las pedagogías alternativas existentes, para que puedas aplicarlas también en casa.
Método Montessori
El método Montessori existe gracias a María Montessori, una mujer italiana que dedicó gran parte de su vida a observar a los niños y cómo eran capaces de aprender por ellos mismos si el adulto le prestaba las herramientas necesarias y le guiaba en su proceso dándoles libertad y respetando sus necesidades. Sin presiones, dejando y respetando el ritmo natural del niño, que gracias a su innata capacidad de exploración es capaz de conseguir realizar las cosas, creando una gran autoestima y satisfacción, algo que le causará motivación para seguir aprendiendo más.
Método Waldorf
El método Waldorf existe gracias a Rudolf Steiner, un doctor suizo. Este método busca la libertad y la renovación de la sociedad. Se necesita un ambiente creativo donde los adultos tengan un papel activo en el aprendizaje del niño, que deberá ser el centro del aprendizaje. Es necesario que los niños aprendan a trabajar en equipo pero a poder realizar el aprendizaje también por sí mismos, sin presión de exámenes ni tampoco de las notas. Los niños son mucho más que números.
Método constructivista
Este método se basa en facilitar a los niños las herramientas necesarias para que sea capaz de construir de manera activa su propio conocimiento teniendo un papel activo en su aprendizaje y en ningún caso un papel pasivo como sí ocurre en otras pedagogías más tradicionales. Los niños tendrán que relacionar el nuevo conocimiento con lo que ya sabe para poder solucionar los problemas que se plantean en la vida.
Estas tres pedagogías alternativas son las más conocidas y practicadas tanto en escuelas de nuestro país como en muchos hogares españoles, donde quieren que sus hijos no sean actores secundarios o pasivos de su propio aprendizaje. Para poder construir una buena autoestima y la motivación necesaria hacia un buen aprendizaje, es necesario que el niño siempre sea protagonista de su conocimiento y de su propio aprendizaje.