La dermatitis atópica, llamada comúnmente eccema, es una enfermedad de la piel que afecta al cuero cabelludo, cara y torso. Se debe a un reacción de hipersensibilidad (parecida a una alergia) que lleva a una inflamación cutánea, y enrojecimiento o hinchazón prolongados. Esta enfermedad podemos tenerla en cualquier momento de nuestras vidas, incluso siendo adultos, pero es cierto que en 70% de los casos, cuando aparece es en los dos primeros años de vida.
Antes de tratarla debemos tener en cuanta los factores de porqué se causa, fundamentalmente es por una alteración en la inmunidad, pérdida de la función barrera y de agua por la piel. Para combatirla hay que luchar contra esos factores.
• Debemos usar cremas, no solo hidratantes, sino también emolientes.
• Evitar irritantes, entre los más comunes encontramos, jabones o colonias muy perfumados, duchas de larga duración con agua caliente, exposición a frío y viento.
• Es importante ir al médico para que les ponga un tratamiento adecuado, ya que no todas las dermatitis son iguales, vosotros debéis ser constantes con este tratamiento.
• Si el niño sufre una situación de estrés, intentar tranquilizarle, ya que es un factor que puede empeorar la dermatitis.
• Evitar el contacto con materiales ásperos y que causan picores, como puede ser la lana.
• Es importante el clima del sitio dónde vivimos, los lugares secos cómo Madrid no favorecen, aunque no es determinante.
Recordad que en muchos casos los factores son imposibles de controlar, pero si podemos corregirlos para el bienestar de los niños.