El sueño tiene un papel fundamental en la salud de las personas, sobretodo, durante el desarrollo de los más pequeños, ya que de no tener un sueño adecuado, la conducta de los niños puede verse alterada, afectando tanto a su rendimiento escolar como a su propio crecimiento.
Dentro de las alteraciones del sueño en niños, el trastorno respiratorio más común es el de los ronquidos habituales, los cuales, los pueden padecer hasta el 8% de los niños. Se ha de saber que los niños con edades comprendidas entre los 2 y 3 años, suelen presentar más incidencia a roncar, disipándose esta característica en torno a los 9 años.
El ronquido habitual, es aquel que se produce durante al menos tres días a la semana durante tres semanas consecutivas, sin que haya otro motivo que los pueda causar, como pueden ser infecciones en las vías respiratorias.
A este respecto si el niño ronca eventualmente, cuando no presenta un resfriado u otro problema respiratorio, no se le ha de dar la mayor importancia, ya que eso no será síntoma de que padezca un trastorno respiratorio.
Pero si por el contrario, la existencia de ronquidos persiste, como se ha descrito anteriormente, se ha de acudir al pediatra para que sea éste quien determine el origen de los mismos, los cuales, pueden deberse a algún problema respiratorio de mayor gravedad.
Este hecho no debe dejarse de lado, ya que un niño que presente ronquidos habituales, puede deberse a que padezca un problema respiratorio más grave como es la apnea-hipopnea durante el sueño, o más conocida como apnea obstructiva del sueño.
Este trastorno respiratorio se caracteriza por la obstrucción parcial o total de la vía aérea superior mientras la persona afectada duerme, debido a que la vía respiratoria se estrecha, se bloquea o se vuelve flexible, alterando la ventilación normal durante el sueño. Esta obstrucción o interrupción en la respiración suele tener una duración de unos 10 segundos, y por norma general, la respiración vuelve a la normalidad con un ronquido fuerte o un sonido similar a cuando una persona se atraganta.
Por todo esto, y dado que un trastorno en el sueño del niño puede afectar a su comportamiento y a su estado de ánimo, así como alterar sus funciones cognitivas, su atención selectiva y su memoria, lo más recomendable es consultar con el pediatra para atajar cuanto antes el problema y evitar daños mayores.